miércoles, 7 de julio de 2010

Porque me lo enseñó Sex And The City 2


La elegancia, los pocos tabúes, la moda y la diversión volvieron, al ver la primera escena, sabia que estaba en donde quería estar, estaba viendo una de mis series favoritas hecha película en una segunda entrega. Se notaba los años habían pasado, pero el glamur que solo ellas saben impregnarle a una simple franela seguía ahí, el cuarteto mas amado, admirado, seguido y estudiado de New York estaba de regreso.

Existían mas responsabilidades, los night clubs no eran la esencia de la trama, la vida de hogar en cambio si, estaban aquí, bellas, adultas, glamorosas, pero casadas; con los típicos problemas de un matrimonio (que incluya hijos o no).

Y ahí estaba yo, sentada disfrutando cada segundo, viviendo las escenas de amor, de dolor y preguntándome básicamente si yo al igual que Carrie solo se escribir de la soltería, se iría mi inspiración por el retrete al momento en que ya no sea un ‘’yo’’ sino un ‘’nosotros’’? No lo sé, esa parte aún le quedan días para ser respondida.

Atrapada me sentí cuando de una manera u otra las chicas se daban una oportunidad, un respiro, siendo mujeres a pesar de ser madres, menopáusicas o esposas, el disfrutar de un error, de aprender de el y comenzar de nuevo.

Quedé marcada, poco me importan las criticas hechas por hombres que no tienen que pasar por el rechazo social y amoroso que pasamos las mujeres cuando llegamos a cierta de edad. La disfruté, lo hice como lo hago con todo aquello a que le saco provecho.

De esta aprendí a disfrutar, a recordar todo pasa por una razón y que estamos y debemos estar en el lugar que queremos, con quienes queremos y como queremos.
Aprendí que hay que sentir -con la piel-, para encontrarle lo divertido a vivir.